Tuvo lugar ayer la 19 Marató Fotogràfica de Palma, analógica y digital, con una participación muy alta de no profesionales en ambas. Tal vez lo más importante de esta Marató es que, con el paso de los años, chavales que se inscribieron en la primera, ayer, ya adultos, lo volvieron hacer acompañados de sus hijos; y quien dice chavales, dice adultos, que volvían a participar con sus hijos y, algunos, hasta con sus nietos. Y esa continuidad plenamente asegurada de la Marató a través de sus participantes es su grandeza. Y se daba también la circunstancia de que si lo digital le está robando prácticamente todo el terreno a lo tradicional, muchos de los que comenzaron hace 19 años con una analógica seguían ayer con ella.
Poco antes de las nueve de la mañana, los inscritos -a razón de 9 euros- recibían instrucciones, un carrete de doce fotos los que competían en analógico, un CD, los de digital, y tres tarjetas correspondientes a otros tantos controles en los que se les sugerían los temas a realizar. En este lugar les propusieron cuatro temas: casco antiguo, caras, ciudad moderna y texturas. A medio día tenía lugar el segundo control, éste en la Plaça de sa Llonja, donde se les propuso cuatro temas más: un fotomontaje, ojos, frutas y autobuses. El último control estuvo en el monolito de la gaviota del paseo del Molinar. ¿Temas a fotografiar? Artesanos, pies, números, letras y la Catedral.
A partir de las 16.30 horas, todos los participantes con los
deberes hechos se concentraron en el Parc de la Mar, donde
entregaron los carretes y sobres de revelado con todos los datos
personales -los de digital tienen tiempo para retocar sus fotos
hasta hoy- y a las 17.00 se hizo la tradicional foto.
Las mejores fotografías de esta XIX Marató se expondrán desde el 3
de marzo hasta el 2 de abril en el Centre de Cultura Sa Nostra. El
día 3, además, tendrá lugar la entrega de los premios a los
ganadores.
Pedro Prieto