La iglesia de Sant Miquel de Palma acogerá el próximo domingo, día 16 de enero, a partir de las seis de la tarde, la misa de acción de gracias que ante la patrona de Palma celebrará la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío por su reciente nombramiento como hermandad filial. El pasado día 21 de diciembre dicho nombramiento le fue comunicado al presidente de la hermandad, Juan Antonio Torres, por el presidente de la Hermandad Matriz de Almonte.
-¿Cómo le pilló esta noticia tan
esperada?
-A pesar de esperarla, con un sí o un no, la incógnita se deshizo
con esta llamada, ya que creía que nos vendría por línea de nuestra
hermandad «madrina» de La Palma del Condado. La verdad es que se me
hizo un nudo en la garganta y no daba crédito a lo que me decía.
Luego lo comuniqué a la junta de gobierno, al presidente de La
Palma y mis teléfonos se colapsaron debido a las múltiples llamadas
de felicitación.
-En esta ocasión el nombramiento ha sido relativamente
rápido.
-La rapidez ha estado condicionada por el comportamiento de nuestra
hermandad y la forma en la que hemos hecho las cosas durante nueve
años. En ella también ha influido mucho el apoyo de la «madrina» de
La Palma. Hay hermandades que han tardado más de 20 años en obtener
el nombramiento de filial.
-¿Qué representa para ustedes convertirse en hermandad
filial?
-Es la culminación y eso conlleva un compromiso mayor, ya que desde
que el obispo nos erige como hermandad representamos un movimiento
mariano y al ser filial éste se duplica. El día 5 de febrero se nos
estregará el nombramiento en Almonte y el día 13, día que se ha
asignado a Mallorca, tendremos en la ermita almonteña la misa con
los hermanos.
Amalia Estabén