Algunas fachadas, terrazas, balcones y ventanas de edificios y casas muestran una abundande decoración navideña. Mientras que por el día se aprecia un simpático muñeco, trepando por el balcón, vestido de rojo con barba blanca, gorro y un saco a la espalda, a quien llaman Papá Noel, por la noche la oscuridad desvela, en algunos casos, impresionantes decoraciones fuera de los hogares a base de luces de colores y luminosos.
Estrellas, trineos, ciervos y otras figuras propias de estas fiestas aparecen iluminadas cuando cae la noche. Los árboles, palmeras y plantas ayudan a crear formas abstractas o lineales si las bombillas se instalan en marcos de puertas, ventanas o barandillas. Lo cierto es que este año los ciudadanos de Mallorca han provocado una especie de concurso de decoración navideña de exteriores de casas y hogares. Por el momento no existe ningún premio al más original, al más colorido, etc., pero sí hay cierto pique entre algunos vecinos. Quizás donde más se aprecie esa especie de competencia sea en las urbanizaciones, donde los chalets pareados y unifamiliares muestran, en algunos casos, auténticas obras de arte. Tradicionales, minimalistas, creativas, recargadas, coloridas, etc., hay para todos los gustos. Incluso aconsejamos darse un paseo por algunas zonas como Son Ferriol, Marratxí, sa Torre, Son Verí Nou, Cas Català, etc., ir andando o en coche, pero siempre apreciando, como si de una exposición se tratase, la decoración navideña de casas privadas.
El coste va desde los 50 euros con bombillas que se encienden y apagan hasta más de 600 si se instalan adornos luminosos. Y cuidado con no provocar.
Julián Aguirre