La consellera de Salut, Aina Castillo, anunció ayer que su departamento no descarta ninguna hipótesis sobre la presencia de cloranfenicol en las siete granjas clausuradas en Balears, a la espera de que se confirmen los resultados de los análisis efectuados en los animales, en los piensos y agua de las explotaciones agrícolas. Castillo señaló que su departamento ha abierto expedientes administrativos a las explotaciones que permanecen inmovilizadas por el uso de esta sustancia prohibida, aunque la titular de Salut reiteró en la necesidad de dar «un mensaje de tranquilidad» a la población. «Hay que esclarecer las causas de la presencia del antibiótico y dirimir las responsabilidades que han provocado esta situación», subrayó Castillo después de la reunión del Consell de Govern. La responsable de la Conselleria de Salut aseguró que, a pesar de que los mercados han permanecido cerrados durante los últimos días, el impacto del consumo ha sido nulo. El Ejecutivo sostiene que el asesoramiento del presidente del Comité Científico de la Agencia de Seguridad Alimentaria (AESA), Andreu Palou, ha sido decisivo para transmitir un mensaje de tranquilidad a los consumidores. Durante los últimos días, Castillo ha repetido hasta la saciedad que un consumidor debería tomar 250.000 toneladas de carne contaminada con el antibiótico prohibido para que tuviese algún efecto negativo para la salud de los consumidores.
Para Castillo, el origen de dicho antibiótico prohibido no tiene que estar «necesariamente» en el pienso que consumen los animales, pero la titular de Salut tampoco descartó esta hipótesis. Sin embargo, los análisis realizados en los piensos encontrados en las siete granjas cerradas no han confirmado el contenido de cloranfenicol. El Govern está pendiente de los análisis de la granja de cerdos cerrada el domingo, aunque Castillo reiteró que la explotación se clausuró como medida de precaución. En cualquier caso, en esta granja de cerdos no está confirmado el uso de antibióticos prohibidos.
No obstante, la consellera de Salut subrayó que las dosis de cloranfenicol detectadas en las muestras de las otras seis granjas clausuradas son «muy pequeñas». Dichas muestras rondan entre 0,2 y 2,4 partes de cloranfenicol por billón.