Los alumnos que participan en las actividades de la Fundación Juana Barceló celebraron ayer su fiesta de Navidad, que, organizada por Cáritas, reunió a cerca de un centenar de personas, en su mayoría inmigrantes de distintos países.
La fiesta se inició con la representación teatral «La leyenda del árbol de Navidad», que estuvo dirigida por Montserrat Perelló e interpretada por niños mallorquines, peninsulares, bolivianos, keniatas, y marroquíes. Estos mismos niños también interpretaron dos canciones, que fueron aplaudidas por los asistentes.
A continuación, se llevó a cabo el taller de coques de torró, dirigido por la monitora, Aina Mascaró, en el que intervinieron alumnos que asisten a las clases de español, la mayoría de Nigeria, y otros de Marruecos, Mali, ucranianos, rusos y búlgaros de edades entre los 25 y los 40 años.
La monitora y sus colaboradoras dispusieron de unos tres kilos de masa base -almendra molida, azúcar, canela y raspadura de limón- para que cada uno de los alumnos elaborara una coca de torró de neules típico mallorquín.
Para algunos alumnos como Solomon Omobude y José Umbelo, de Nigeria, y Rigobert Fumba, de Camerún, esta experiencia significaba la primera vez que hacían turrón, mientras que para la búlgara Victoria Radeva era la segunda vez, pues lleva dos años asistiendo al encuentro.
Esta actividad, que se incluye en otras que lleva a cabo la fundación Juana Barceló, acabó con una fiesta en la que los asistentes degustaron una merienda-cena a base de aperitivo, cocas de verdura, empanadas, tartas de frutas y coques bambes.
El broche de tan simpática fiesta fue el canto de villancicos populares como «Ande, ande, ande», y «Pastores venid».
Amalia Estabén
Foto: Pere Bota