«Estamos ante un momento histórico en la trayectoria del turismo español, porque se inicia el proceso de transformación de una zona turística emblemática. Este proyecto supone un gran esfuerzo institucional, pero nos marca el camino a seguir, más en concreto por el momento clave en que se produce», afirmaba ayer el secretario de Estado de Turismo y Comercio, Pedro Mejía, tras la firma de la constitución del consorcio que gestionará el plan de reforma integral de la Platja de Palma.
El acuerdo fue suscrito por Mejía, el conseller de Turisme, Joan Flaquer; el conseller de Turisme del Consell Insular de Mallorca, Francesc Buils, y los alcaldes de Palma y Llucmajor, Catalina Cirer y Lluc Tomás, respectivamente.
El conseller Flaquer afirmó que las aportaciones iniciales de las cinco administraciones (2'6 millones de euros) dotarán al consorcio de recursos humanos y medios materiales para desarrollar los proyectos englobados en el plan de actuación, «en cuya ejecución será necesaria la ayuda de la iniciativa privada. Se trata de un día histórico para el turismo balear, porque se afronta la reestructuración de una zona emblemática, que permitirá demostrará cómo una zona turística madura puede ser capaz de afrontar el siglo XXI con las máximas garantías de competitividad. Al mismo tiempo, demuestra que somos capaces de innovar, marcar el rumbo y ser, una vez más, pioneros a nivel nacional».
Cirer, Tomás y Buils coincidieron en señalar en que ahora se afronta el reto de ejecutar las obras y convertir a la Platja de Palma en una zona turística de referencia a nivel nacional e internacional.