Hoy, en la bodega es Cabàs de Santa Maria se ofrecerá una degustación gratuita de llet d'ametla, dando así por comenzada la cortísima época en que se elabora esta leche genuina de este pueblo. Y si se trata de una cortísima época es porque sólo se elabora durante los días previos a la Navidad y se consume este mismo día, mojando coca dulce en el espeso líquido.
Santa Maria es el único pueblo de la Isla en el que aún se elabora y consume esta especialidad que está documentada desde el año 1690. Es decir, la tradición se ha mantenido durante más de tres siglos.
Los inventores de la leche de almendra fueron los frailes de la orden de los Mínimos porque eran vegetarianos y no podían consumir leche de vaca, y ya se sabe que la necesidad activa la imaginación. También puede afirmarse que en aquella época era difícil alimentarse, y esta sustancia resultaba nutritiva y económica, puesto que casi todos los vecinos del municipio tenían almendras.
Según explica el historiador Josep Capó Juan, en su libro El convent de la Soledat de Santa Maria del Camí, publicado en 1993, «la leche de almendras se encuentra anotada por primera vez el 11 de septiembre de 1690». Relata también que los frailes Mínimos habitaban este convento y que elaboraban la leche durante todo el año, aunque solían obsequiar con este producto a determinadas entidades o personas en fechas muy señaladas. En Navidad ponían a disposición del pueblo su máquina de triturar la almendra. La máquina no era otra cosa que un molino de harina, reconvertido para triturar la almendra.
María Martín