Que el espíritu navideño no goza de buena salud es una evidencia y que las Navidades ya no son como las de antaño, también. Por este motivo, los catequistas de la parroquia palmesana de Sant Roc, en Son Roca, han ideado una fórmula para que los más pequeños se impliquen en las fiestas: confeccionar figurillas de barro y formar un gran belén que será expuesto en el altar de la iglesia.
Los pequeños que participan en este taller tienen edades comprendidas entre los 7 y los 9 años, y cursan primero y segundo de catequesis. Su predisposición, en general, es buena, pero en muchos casos los chavales ignoran cosas tan simples como qué se celebra en la Navidad. «Lo más importantes es que el espíritu navideño no se pierda», comenta Margarita, una de las profesoras. Y lo cierto es que los zagales se lo pasan en grande con la iniciativa. Cada jueves crean con el barro pastorcillos mallorquines, corderos, pavos..., todo lo necesario para formar un gran belén. Los encargados de ayudar a los menores son los catequistas, pero ningún detalle se escapa al párroco, Bartolomé Bennàssar, el cura-escritor que desde hace muchos años se empeña en que las injusticias en Son Roca sean menos. El próximo día 18, sábado, la parroquia de Sant Roc vivirá una jornada muy especial. Los niños y niñas celebrarán la Navidad por todo lo alto, creando un belén viviente. Cada año la interpretación de estos actores bisoños es entrañable y esta nueva representación no será menos. Seguro.
Javier Jiménez
Fotos: A. Sepúlveda