EL Ajuntament de Palma se ha mostrado prepocupado por el aumento en la proliferación de adhesivos con propaganda enganchados a porteros automáticos, semáforos o a cualquier lugar de la vía pública, una actividad totalmente prohibida por la Normativa de Publicidad municipal aprobada por el Ajuntament.
La detección de este aumento de adhesivos publicitarios no sólo se ha realizado por la aparición de estos métodos caseros de anuncio en la vía pública, sino que también se tiene constancia de pedidos importantes de adhesivos publicitarios en numerosas imprentas de Palma, hecho que hace suponer que se trata de empresas que utilizan este tipo de propaganda prohibida por Cort.
En este sentido se manifestó la concejala Catalina Terrassa, quien afirmó que «tenemos la intención de preseguir este tipo de publicidad no reglada prohibida por la Normativa de Publicitat».
Así, se prohíbe la fijación de carteles y adhesivos fuera de los lugares establecidos con carácter general por el Ajuntament o sin la autorización administrativa correspondiente.
Se prohíbe, pues, depositar o fijar soporte de promoción o publicidad en fachadas, puertas y otras zonas exteriores de los inmuebles, excepto en el interior de los buzones. Esta normativa también se hace extensiva al mobiliario urbano.
En relación a estos hechos, ahora hace un año que la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, dictó un bando sobre la fijación de publicidad en la vía pública, que ya advertía de las sanciones y multas para las empresas o individuos que atenten con publicidad contra elementos de la vía pública.
Sanciones
La Ordenanza de Publicitat de Cort considera estas acciones como
infracciones graves cuando se realizan por primera vez, y como muy
graves cuando son casos reincidentes.
Asi, se prevén sanciones que oscilan entre los 150 y los 6.000 euros para los casos en que se comete la infracción por primera vez, tanto por empresas como por individuos, y de entre 6.000 y 30.000 euros para los casos reincidentes.