El Castell de Bellver acogió la visita que con carácter oficial realizaron ayer un grupo de setenta jóvenes pubilles y hereus de Catalunya que se encuentran en Mallorca en viaje cultural, organizado por Foment de les Tradicions Catalanes.
Acudieron acompañados de su presidenta, Pepi Rebull, Ferrán Costa, Miquel Sallés y Josep Maria Torrents. En el emblemático edificio les dieron la bienvenida la regidora de Sanitat, Marina Sans Barrueco, y el presidente de la Casa Catalana, Josep Planas Muntanyà. La concejala Marina Sans, natural de Sabadell, dedicó un breve parlamento a sus paisanos, deseándoles «una grata estancia en la Isla» e instándoles a que consideraran Palma como su casa. A continación la regidora entregó una placa de recuerdo a la presidenta catalana Pepi Rebull y ésta le obsequió con un cántaro de cerámica de La Bisbal.
Los jóvenes expedicionarios asistieron a la recepción en una de las salas del castillo ataviados con sus trajes típicos, portando la banda de sus respectivos pueblos y ciudades, como Cardedeu, Roses, Argentona, Vilassar de dalt, Vilassar de Mar, Tordera, Piera y Sant Fruitós de Bages, entre otros. Representaron a Catalunya ehereu Jordi Pimás y la pubilla Ana Parera, que estuvieron acompañados por la pubilla de la Casa Catalana de Mallorca, Loreto Parri, y los de las comarcas barcelonines, Ana Parera y David Giralt; de las tarragonines, Laia Segura, y de las gironines, Xavier Ballesta.
El resto de la mañana lo dedicaron a la visita del Consell Insular, donde les recibió Josep Lliteres, director general de Relacions Institucionals, para luego asistir a misa en la Catedral, donde hubo una ofrenda floral y el canto devirolai a cargo de la joven socia de la Casa Catalana de Mallorca Marta Jaume. La jornada finalizó con la visita al Monasterio de la Real y una merienda en ecasal.
Amalia Estabén
Foto: Teresa Ayuga