El pasado curso escolar tan sólo 456 alumnos venidos de fuera solicitaron la exención de la evaluación de la asignatura de lengua y literatura catalana en nuestra Comunitat, según los datos de que dispone la Direcció General d'Administració i d'Inspecció Educativa. Esta cifra representa tan sólo el 2,9 por ciento del total de 15.580 alumnos inmigrantes registrados en los primeros meses del curso 2003-04, un año escolar que, no obstante, finalizó con 17.117 escolares de origen extranjero, por la constante llegada de éstos a lo largo del curso.
Pero más significativo que este bajo porcentaje resulta la evolución del mismo durante los últimos cinco cursos, pues si la cifra absoluta de exenciones se mantiene más o menos constante entre las 400 y 500 en este periodo, su peso porcentual sobre el total de alumnos extranjeros ha pasado del 9,7 al 2,9 por ciento al registrarse un aumento de esta población del 330 por ciento en estos últimos cinco años.
Así, las 462 exenciones otorgadas en el curso 1999-2000 suponían un 9,7 por ciento sobre el total de 4.740 alumnos extranjeros; y las 415 exenciones del año siguiente representaban un 6,7 por ciento sobre el total de 6.125 escolares venidos de fuera.
Un año después, en el curso 2001-02, el total de extranjeros en las aulas ya era de 8.712 alumnos y las 493 exenciones concedidas suponían el 5,6 por ciento. Este porcentaje siguió bajando hasta el 3,7 por ciento en el curso 2002-03, donde se exentaron 467 de los 12.503 alumnos extranjeros matriculados. Así hasta llegar al curso pasado, donde el porcentaje fue del 2,9 por ciento, con respecto a los 15.580 alumnos contabilizados al inicio.
La primera y más evidente conclusión de estos datos, apunta el director general d'Administració i d'Inspecció Educativa, Jaume Juan, es que «una mayoría aplastante de familias que vienen a vivir a Balears optan porque sus hijos aprendan catalán, pese a conocer su derecho a poder reclamar que los niños sean eximidos de estos estudios».