Araceli Salas, presidenta de la Asociación Dislexia y Familia, Disfam, reconoció ayer la dificultad a la que se enfrentan muchos padres a la hora de asumir el coste del tratamiento de la dislexia una enfermedad «sin legislar» y que presenta una amplia variedad de patologías asociadas «por tanto requiere la intervención de varios especialistas», apuntó.
Asimismo, Joana Rosselló, directora general de Ordenació e Innovació, reconoció que «falta mucho por hacer» ya que los profesionales de la Conselleria de Educació sólo intervienen en la detección de la enfermedad, no así en su tratamiento que, en la actualidad corre a cargo de los padres, a veces, con la ayuda de las Asociaciones de Padres de Alumnos.
El congreso contará con la asistencia de 550 personas, aunque más de 700 han solicitado participar. Cuenta con la colaboración de la compañía Futura, representada por su fundadora, Iyabo Carbo; Son Net, representado por su directora Vanessa Tandorf; el Grupo Sol Melià, representado por Jaime Puig, director general de Comunicación y Relaciones Institucionales; y el Grup Serra, representado por Paula Serra, directora de Audiovisuales.