El presidente de la Confederació d'Associacions Empresarials de Balears, CAEB, Josep Oliver, cree «innecesaria» la regulación del «todo incluido» anunciada por el president del Govern, Jaume Matas, y solicita el máximo consenso de todas «las asociaciones empresariales afectadas». «Creemos que el desarrollo de la Ley General Turística es suficiente para controlar esta modalidad hotelera pero si se tiene que legislar, cosa que no creemos necesaria, que se haga con el concurso de todas las asociaciones afectadas, que tienen cada una sus intereses legítimos», afirmó Oliver en el transcurso del «Encuentro sobre Sostenibilidad y Empresa», que finalizó ayer.
En este foro de debate, el secretario general de la Federación Española de Hostelería, Emilio Gallego, entidad que integra a un total de 70 organizaciones regionales que agrupan a bares, restaurantes y cafeterías, atribuyó el crecimiento del «todo incluido» en Balears la «imposición y tiranía de los grandes touroperadores». Gallego advirtió que la proliferación de este modalidad de oferta reduce la competencia con el resto de destinos a una cuestión de precios, cuando a su juicio Balears debe distinguirse mediante la puesta en valor de recursos adicionales respecto de la oferta estandarizada vacacional. «Se trata de una salida coyuntural y no una solución definitiva a una coyuntura marcada por la implantación del euro, la irrupción de nuevos competidores mediterráneos y el aumento del turismo residencial. Es un problema de comercialización impuesto por los grandes touroperadores que acaba siendo un «todo excuido», cuando lo que tenemos que hacer es ofrecer otros recursos que no existen en los destinos competidores», afirmó.
Gallego añadió sin embargo que la Federación Española de Hostelería rechaza cualquier legislación respecto del «todo incluido» al considerar que el sector está suficientemente regulado. «Lo tiene que regular el mercado, no la administración», dijo. Por su parte, el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, José Guillermo Díaz Montañés, quien ya manifestó su rechazo a la regulación del «todo incluido» en la pasada feria de Londres, afirmó que «la sostenibilidad es una exigencia social y una ventaja competitiva del sector turístico español de cara al futuro».