El Parlament admitió ayer a trámite los Presupuestos del Govern del próximo año y rechazó todas las enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos de la oposición. El conseller d'Hisenda, Lluís Ramis de Ayreflor, defendió las cuentas del Ejecutivo, que ascienden a 2.587 millones de euros, y reiteró la necesidad de recurrir al endeudamiento para afrontar los grandes proyectos pendientes. «Estos presupuestos responden a las necesidades reales en temas sociales», dijo el conseller.
Desde la oposición, todos los portavoces criticaron el alto endeudamiento previsto para el próximo año, que supera los 600 millones. «Es muy negativo endeudarse por los motivos que lo hacen; están demostrando que son unos malos gestores», acusó Armengol. Para la portavoz socialista, esta política sólo tiene un calificativo: «irresponsable». En la misma línea se pronunció Joana Mascaró, del PSM, quien argumentó que el endeudamiento asciende a 719 millones si se incluyen las cuentas de las empresas públicas. Miquel Ramón, de EU-Els Verds, negó que las cuentas del próximo ejercicio supongan un esfuerzo inversor. «Es un despilfarro», dijo.
No obstante, Ramis de Ayreflor destacó la necesidad de recurrir al endeudamiento para afrontar las inversiones. En concreto, el titular de Hisenda señaló que «la Conselleria de Salut, por primera vez, tendrá los recursos que le corresponden para una sanidad de calidad». «Suponen 300 euros más por persona censada», subrayó Ramis de Ayreflor. El titular de Hisenda también planteó la importancia de invertir en educación en Balears y fue muy gráfico en su exposición: «en esta tierra hay enterradas 23 generaciones de mi familia y me gustaría que mis hijos también fuesen enterrados aquí». Al margen de mejorar el nivel educativo de Balears, Ramis de Ayreflor destacó «el presupuesto histórico» para el tren y volvió a amenazar que si el Gobierno no paga las partidas previstas del convenio de carreteras, el Govern acudirá a los tribunales. Ramis recurrió a la ironía para anunciar: «En 2005 iniciaremos 1.000 viviendas, y decimos viviendas, no actuaciones».