La iglesia sueca de Palma prepara la Navidad, y lo hace con una gran bazar por el que, a lo largo de dos días, se espera que hayan pasado unas cinco mil personas. Bueno, realmente, lo del bazar es la excusa para reunir a todos los feligreses -y simpatizantes- en estas fechas tan familiares en torno a su templo, dirigido por el pastor Per Thelander, que tiene en su esposa, Hilde, a una de sus principales colaboradoras en este enorme tinglado.
Y decimos una de las principales porque también ha habido otras, como Inger, la viuda del insigne Paco Ballinas, que han dedicado tiempo y trabajo para que el bazar sea un completo éxito. Un éxito que ayer se hizo patente en la cantidad de gente que visitó el mercadillo, un mercadillo muy completo en el que no faltó de nada. Suecia estuvo muy representada en gastronomía, ya que hubo casi todo lo típico, como las famosas hamburguesas y sandwiches navideños con gambas o jamón asado, las galletas de Navidad, los bollos de canela o el pan especial -y tan rico- que sólo los suecos saben hacer. Todo ello sin olvidar el imprescindible glögg o vino con especias.
Funcionó también la tómbola, en la que uno podía llevarse desde libros a juguetes pasando por cuadros, ropa, gorras, etc., todo ello regalado por los amigos de la iglesia sueca, así como numerosos productos típicos, entre ellos muchos que tienen que ver con la decoración navideña traídos ex profeso de ese país.
Pedro Prieto