«Cómo atajar un triple círculo vicioso en el que los padres se muestran descontentos con sus hijos y con los profesores. Los profesores, a su vez, están descontentos con padres y alumnos y, por último, los alumnos no valoran positivamente ni a padres ni a profesores», tal y como planteó ayer el escritor y profesor de Filosofía y Literatura José Ramón Ayllón, quien impartió una conferencia titulada «10 claves de la educación». El acto tuvo lugar en el salón de actos de la Banca March, organizado por la Fundación Mainel y la Fundación Catalina Mir de Bonilla.
El autor de títulos como «Desfile de Modelos», finalista del premio Anagrama, o «Vigo es Vivaldi» reconoció que entre algunos profesionales de la docencia el comentario es: «No hay un cambio generacional, sino una auténtica mutación genética. Empezamos a ver monos con pantalones. Como dijo Savater, educar es ya un acto de defensa propia; de conservación de la especie».
«El conflicto actual se desarrolla en una sociedad donde la gran educadora es la televisión». Ayllón se refirió a una encuesta realizada entre alumnos de primero de Bachillerato, dirigida por Marcial Izquierdo, catedrático de Filosofía y profesor de instituto «en la que de forma sorprendente se observa una gran homogeneidad en el pensamiento y concepción de la vida de los jóvenes, ya sean alumnos de educación privada o pública, con un entorno familiar conservador o progresista. Los alumnos son mayoritariamente de izquierdas y su pensamiento está caracterizado por una visión relativista o escéptica, materialista y hedonista. Mentalidad donde el bien y el mal no están claramente diferenciados, son irónicos ante la vida y su máximo objetivo es el placer, fruto del bombardeo publicitario al que son sometidos, por otra parte, altamente frustrante, generadora de hostilidad y completamente irreal».