La Autoritat Portuària de Balears estudia recurrir al capital privado para la remodelación de la zona del antiguo Passeig de la Riba en el Moll Vell, entre el edificio central de este organismo y el actual bar Varadero, según anunció ayer el presidente de la entidad, Joan Verger.
La fórmula escogida sería la convocatoria de un concurso público y la concesión de la explotación por 35 años a los inversores, que pagarían un canon anual. El contenido de la remodelación está siendo estudiado.
Verger prevé por otra parte problemas de financiación en las obras de ampliación del Puerto, que serán recogidas en un plan director y supondrán una inversión de 1.000 millones hasta 20025.
Verger dijo que sólo se puede crecer por el Dique del Oeste, donde está previsto que se trasladen los muelles de reparaciones, las plataformas de Iscomar y se construya una terminal de pasajeros. Pese a que está previsto que los cruceros atraquen en el Muelle de Pelaires, la Autoritat Portuària estudia la posibilidad de que algunos puedan se derivados al Moll Vell.
Los problemas de financiación de la Autoritat Portuària se derivan de la desaparición de los fondos de cohesión y de la política del Ministerio de Fomento de reducir inversiones y fomentar la autofinanciación de los puertos, mediante la reorganización de tasas y la participación privada.
Respecto de las concentración de trabajadores de la Autoritat Portuària ante la sede de la institución en demanda de mejoras salariales, Verger afirmó que el convenio del sector es común para todos los puertos del Estado y destacó se negocia en Madrid.
Por otra parte, la institución acordó ayer una reducción del 30 por ciento en las tasas para los cruceros que inicien y finalicen su viaje en alguno de los puertos de su competencia entre el 15 de noviembre y el 15 de abril, siempre que realicen al menos 20 escalas.
El número de pasajeros de cruceros ha caído un 1 por ciento Balears entre enero y septiembre, y el de regular un 6 por ciento.