El Parlament aceptó ayer la toma en consideración de una ley que regula la comercialización de las viviendas como alojamientos turísticos vacacionales. La propuesta partió de UM y del PP y ahora deberá pasar a una comisión en la que se establecerá el texto definitivo. Joan Flaquer, el conseller de Turisme, indicó a este periódico que no sabía exactamente como se iba a aplicar la ley y que tampoco podía responder, «en este momento» si la medida era suficiente para regular definitivamente las viviendas vacacionales sin proceder a la reforma de la Ley General Turística. «En la fase de ponencia, será el momento de pedir todos los informes».
Para Miquel Nadal, el diputado de UM que defendió la propuesta, con esta medida, se permitirá controlar las viviendas turísticas vacacionales unifamiliares que ya existen. Indicó que únicamente afectarán a las que existen en la actualidad. Nadal señaló que esta actividad está regulada en otros lugares de España y de Europa, al tiempo que consideró necesario dar cobertura legal a una actividad «que comporta beneficios a los ciudadanos de Baleares». En este sentido, explicó que esta oferta de viviendas vacacionales representa una vía para atraer al turismo de «alta calidad», ya que, según dijo, se trata de visitantes que realizan gastos en la oferta complementaria y comercios de las zonas en que residen durante sus vacaciones.
PSOE y PSM se abstuvieron por considerar que esta norma era un «apaño» y que no resolvía el problema. En la época del Pacte se llegó a llevar al Parlament una reforma de la Ley General Turística para regular las viviendas pero nunca se aprobó. La Cámara vivió ayer un pleno básicamente turístico en que Celestí Alomar interpeló al actual conseller, Joan Flaquer sobre su política. Alomar criticó la oferta actual y el «todo incluido». En el turno de preguntas al Govern volvió a vivirse un episodio más del enfrentamiento entre el PSOE y el conseller de Educació sobre el dinero para los centros escolares. Dijo que el dinero llegaría este mismo mes.