El pasado 4 de marzo, el presidente del Gobierno balear, el popular Jaume Matas; la alcaldesa de Palma, la popular Catalina Cirer, y la consellera de Obres Públiques, Habitatge i Transports del Govern, la popular Mabel Cabrer, daban a conocer que a principios del próximo año empezarían las obras de soterramiento de las vías del tren de Palma, desde la Plaça d'Espanya hasta la Via de Cintura, y que a principios de 2007 estarían ya acabadas. Se trataba, sin duda, de un anuncio histórico por su significado, que, en principio, debería haber suscitado un apoyo más o menos unánime entre los diferentes partidos, colectivos y habitantes de la ciudad, pero, por distintos motivos, no ha sido así.
Entre dichos motivos podrían encontrarse, seguramente, algunos cambios habidos desde entonces. En primer lugar, se anunció que las obras tendrían un coste total de 70 millones de euros -que sería asumido por el Govern-, pero en estos momentos el presupuesto se sitúa ya en los 89,6 millones de euros. En este sentido, los partidos de la oposición en el Ajuntament de Palma, PSOE, EU-EV y PSM-EN han pedido ya que el soterramiento cuente también con financiación estatal. Asimismo, se dijo que se crearía un bulevar peatonal en el centro de la calle Jacint Verdaguer, que tendría 18.000 metros cuadrados y que conectaría el Parc de ses Estacions con el Parc de Son Costa y el futuro Parc de Son Fuster. No obstante, ahora está previsto que en el centro de dicha calle se sitúen cuatro carriles de circulación, con lo que el bulevar previsto pasaría a situarse primero en el lado izquierdo de Jacint Verdaguer y luego en el derecho, si bien tendría 10.000 metros cuadrados más. Además, se creará una rotonda a la altura de la calle Prevere Rafael Barrera, para favorecer el desvío de tráfico hacia la calle Eusebi Estada.
Por contra, los plazos previstos se están cumpliendo casi sin retrasos y se mantiene la idea de construir una estación intermodal debajo de ses Estacions y de remodelar dicho parque. La primera propuesta concreta de reforma de esta zona verde, que dará luego paso a un anteproyecto y a un proyecto definitivo, fue presentada el pasado 14 de septiembre por Cirer y por Cabrer. Dicha propuesta prevé reorientar el puente del arquitecto Gaspar Bennàssar, que en el futuro comunicará el parque con Jacint Verdaguer, construir un nuevo edificio en la esquina de la calle Marquès de la Fontsanta y la Plaça d'Espanya, que seguramente será un centro cívico, ampliar el espacio ajardinado de 36.000 a 54.000 metros cuadrados y hacer un vallado perimetral. Por lo que respecta a la remodelación del parque, lo que ha suscitado hasta ahora las críticas más duras no ha sido la citada propuesta inicial, sino el hecho de que ses Estacions vaya a ser reformado por segunda vez desde su inauguración en 1999.