La festividad de «les verges» se celebró ayer en numerosos centros escolares, entre ellos el colegio de Las Escolapias, de Palma. Los 350 alumnos del centro se reunieron en el patio pasadas las 10.30 de la mañana para rememorar esta tradicional fiesta. Las alumnas de ESO esperaban en los balcones a que los niños, clavel en mano, les cantarán su particular serenata. «Clavelitos», interpretada por los alumnos varones y a la guitarra, los profesores de música, Marga Hita, y de educación física, Antonio Fernández, fue la canción elegida para conquistar a las chicas.
Tras esta demostración musical, ellos obsequiaron con un clavel a las niñas. Los niños se repartieron en parejas; así el pequeño Joan regaló el clavel a Sonia, Alberto a Ainhoa y Javi a Isa. Las alumnas, por su parte, ofrecieron los tradicionales bunyols de vent o los rellenos de nata, crema o trufa. Entre risas y bromas, llegó el momento más ansiado de toda la jornada: degustar estos deliciosos dulces. Los nervios del momento provocaron que más de uno se cayera al suelo, lo que entristeció a algunos de los niños. Pero sus compañeros les ofrecían rápidamente otros.
El compañerismo se hizo patente en esta lúdica jornada. A un lado se dejaron los inocentes rencores de niños para dar paso a la solidaridad para con los demás; así todos compartieron sus buñuelos y sus claveles. La jornada también ofreció un aspecto didáctico, pues los profesores explicaron, como cada año, a los alumnos la tradición de la fiesta que se conmemoraba. Los niños escucharon atentamente la explicación. Tanto profesores como alumnos disfrutaron de una celebración que se remonta a los primeros tiempos del cristianismo. A todos ellos se les quedó un buen sabor de boca y la ilusión de esperar la llegada de la fiesta del próximo año.
Samantha Coquillat