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Insultos y alta tensión en el Parlament balear

Rotger llamará hoy al orden a los grupos por utilizar epítetos como «putero», «payaso» y «mangante»

TORRES BLASCO/JUAN MESTRE
El presidente del Parlament, Pere Rotger, admitió ayer tarde a este periódico que, durante la sesión plenaria de la mañana, «se habían perdido las formas» y avanzó que hoy amonestará a los portavoces y les pedirá que, en lo sucesivo, eviten las palabras malsonantes y los gestos obscenos. Y es que, ayer, la tensión llegó al máximo a raíz de dos debates: uno referido a la gestión del dinero que el anterior Ejecutivo destinó a Camariñas tras la catástrofe del «Prestige» y otro sobre la asistencia de una delegación oficial de Balears a un club erótico de Moscú: el Rasputín. Aunque, en un primer momento, parecía que el asunto más polémico iba a ser el referido a Camariñas, finalmente la tensión estalló con el debate sobre el caso Rasputín. Desde su escaño, el conseller Flaquer tildó a Pere Sampol (PSM), «payaso» y éste se dirigió a él llamándole «putero». El conseller, entonces, levantó la mano y movió los dedos en un gesto que Sampol interpretó como el que se utiliza para llamar a alguien «cornudo».

Si la Cámara volvió a abordar ayer el caso Rasputín fue porque el socialista Diéguez presentó una moción por la que se pretendía que el Parlament condenara la presencia de la delegación balear en el prostíbulo moscovita y se instara a Jaume Matas a destituir al conseller Flaquer. PSOE, PSM y EU-Verds votaron a favor, el PP en contra y UM se abstuvo. UM no argumentó su abstención y a preguntas de este diario, su portavoz Miquel Nadal, se limitó a señalar que era «un acuerdo de ejecutiva». Margalida Rosselló (EU-Verds) consideró muy grave que «ustedes [en referencia a los cargos del PP] se fueran de putas» y criticó la «doble moral» del PP. «Me siento avergonzada como diputada y como mujer», dijo. También le reprochó a Rosa Estarás que «no diga nada». El mismo argumento empleó Sampol: «Parece mentirá, señora Estarás, que usted se ría». A Flaquer le espetó que «lo menos que podía hacer es esconder la cabeza». Fue entonces cuando el conseller le llamó «payaso». La sesión ya estaba suficientemente caldeada. Un debate Diéguez-Rodríguez sobre el desvío de dinero de Camariñas y dos preguntas dirigidas al conseller d'Interior elevó el tono.

Diéguez llamó «mentiroso» a Rodríguez en varias ocasiones y le espetó que «venga a burlarse del Parlament» por culpar al anterior Govern de desviar dinero de Camariñas a pagar «comilonas y viajes». Para el conseller, «no es ético que el dinero solidario se lo coman cuatro mangantes en la Playa de Palma». La oposición se lanzó a degüello sobre Rodríguez: «Está llamando mangantes a los voluntarios, eso es intolerable». Según Rodríguez el anterior Govern «se inventó» un convenio con Camariñas. Para el PSOE, Rodríguez bloqueó 600.000 euros que debían llegar a Galicia. Según Rodríguez, «el pacto desvió dinero a comilonas». Por otra Rodríguez, admitió ayer -como acusó Diéguez- que se forzó un cajón de su conselleria para buscar unos informes referidos a un concurso de traslados.

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