Hay tradiciones que se resisten a desaparecer en Mallorca. Una de ellas es la fiesta de las verges, que traerá la elaboración, venta y posterior degustación de los ricos buñuelos. No faltarán en la casa donde viva una fadrina por aquello de la costumbre de que los pretendientes la vayan a rondar dedicándole una serenata.
Margalida Serra, propietaria del artesano Forn Reina María Cristina de Palma, se prepara para esta típica cita del mes de octubre mallorquín. «En nuestro establecimiento -afirma Margalida- acostumbramos el día de Sant Miquel a 'abrir la veda' de los buñuelos rellenos, ya que el público que nos frecuenta los espera. Desde principios del mes de octubre los vendemos muy bien, sobre todo durante los fines de semana, aunque los días más fuertes son el día 20, víspera, y el día 21 de octubre, festividad de Santa Úrsula, o sea, el día de las verges».
La artesana pastelera señaló que «el público que los adquiere es de todas las edades; muchas jovencitas, y el mismo día de la fiesta también los adquieren algunos chicos jóvenes. Se puede decir que la fiesta, en lugar de decaer, va a más». Los buñuelos de pasta choux del Forn Reina María Cristina se elaboran a partir de ingredientes de alta calidad. Margalida Serra apunta que «en nuestra pasta, que resulta de larga y cuidada elaboración, intervienen un kilo de manteca, 700 gramos de harina y treinta huevos».
Los precios, aseguró la propietaria, se mantienen respecto al año anterior. Los rellenos de nata se venden a 15 euros el kilo; los de crema a 14 euros el kilo y los de trufa, a 16 euros el kilo. Los más tradicionales, amb forat o fritos, pueden elaborarse a partir de 250 gramos de harina, 500 gramos de patata hervida con la piel y pasada por prensapurés, dos huevos con la clara montada y 20 gramos de levadura de panadería disuelta en una tacita con agua tibia. Otra receta de buñuelos fritos puede hacerse con un kilo de patatas o un kilo de boniatos, o también mitad y mitad, medio kilo de harina floja, 30 gramos de levadura de pan y agua, la que admite.
Amalia Estabén
(texto y fotos)