Binissalem se convirtió ayer en la protagonista. A punto de que se celebre la XL Festa des Vermar, una delegación del municipio recorrió las principales instituciones para invitar, de manera personal, a las más altas autoridades de la Isla. Al frente del séquito, la Vermadora Major de 2004, Maria Lluïsa Pol Pons, acompañada de sus damas de honor, Catalina Fiol Moyà y Margalida Bestard Lladó, y de los dos Vermadors, José Antonio Campos Coll y Juan Miguel Domínguez Morales.
El alcalde de Binissalem, Miquel Nadal; el regidor de Festes, Joan Amengual, y la regidora de Educació i Cultura, Apol.lònia Crespí, además de representantes de la comisión de fiestas, realizaron con los jóvenes un periplo institucional que les llevó toda la mañana y que dejó fuera de la lista, debido a un mal cálculo de tiempo, a Jesús Murgui, pese a que el obispo estuvo esperando la anunciada visita durante más de media hora.
Las Conselleries d'Agricultura i de Cultura fueron las primeras paradas. Tras ellas, el grupo visitó el Govern, la Delegación del Gobierno, la Comandancia General de Balears, el Ajuntament de Palma, el Consell Insular de Mallorca y el Parlament. Todas las autoridades recibieron de manos de la Vermadora Major una invitación formal a las fiestas y una botella de buen vino binissalemer.
Ana Pérez