Un diez por ciento de las mujeres mastectomizadas precisan fisioterapia por la aparición de un linfedema, una hinchazón del brazo provocada por el tratamiento de radioterapia y la operación de extirpación de la mama, según explicó ayer la fisioterapeuta y miembro de la Associació Espanyola contra el Càncer de Balears, Belén Guerrero.
El linfedema es un efecto secundario de la mastecomía, aunque por suerte aparece cada vez menos, «porque los tratamientos contra el cáncer son más suaves» y sobre todo afecta a mujeres operadas entre los 25 y los 28 años, explicó Guerrero, que participó ayer en un acto celebrado en el hospital Son Llàtzer, organizado por el Col.legi de Fisioterapèutes de Balears, dedicado al tratamiento fisioterapéutico de las mujeres mastectomizadas, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Fisioterapia.
El tratamiento fisioterapéutico, que dura aproximadamente un mes, consiste en aplicar un drenaje linfático para eliminar el líquido acumulado y la aplicación de vendajes especiales a las mujeres.
Por otra parte los fisioterapeutas hicieron ayer un llamamiento para que los médicos les deriven pacientes que sufren vértigo, y les permitan así formar parte de un equipo multidisciplinar para tratar esta dolencia a través de la rehabilitación física, en el transcurso de las 'V Jornades Mediterrànies de Fisioteràpia' celebradas también en Son Llàtzer.