La Diputación Permanente del Parlament rechazó ayer la petición de los socialistas para forzar la comparecencia urgente del conseller de Turisme, Joan Flaquer, para que dé explicaciones por el «caso Rasputín». La propuesta fue rechazada gracias a los nueve votos del PP.
El diputado socialista Antoni Diéguez recordó el escándalo provocado por la utilización de dinero público por parte de una delegación del Govern para costear una juerga en un club de alterne de Moscú. Diéguez acusó al Govern de esconderse de la oposición y denunció «el fraude de ley» cometido por el Parlament al convocar en septiembre la Diputación Permanente para discutir la comparecencia de Flaquer. «El Parlament se ha convertido en el cortijo del Govern», criticó Diéguez. El diputado socialista aseguró que el Ejecutivo ha ordenado a funcionarios que busquen facturas del Pacte para defenderse por el «caso Rasputín».
Miquel Rosselló, portavoz de EU-Els Verds, lamentó que el Parlament hubiese «escamoteado» el debate por el «caso Rasputín» ante la celebración en septiembre de una reunión de la Diputación Permanente. «La devolución del dinero no pone fin al "caso Rasputín"», advirtió Rosselló.
Para Pere Sampol, portavoz parlamentario del PSM, el «caso Rasputín» es el «mayor escándalo que ha habido en Balears desde la reinstauración de la democracia». «El PP se ha negado a permitir la comparecencia del conseller de Turisme ante la Diputación Permanente y eso es abuso de poder», denunció Sampol.
Desde el PP, el portavoz adjunto del grupo, Gaspar Oliver, rechazó debatir las acusaciones de la oposición y justificó que era innecesario convocar antes la Diputación Permanente ya que el propio Flaquer pidió en julio su comparecencia voluntaria en la Cámara para dar cuenta del «caso Rasputín» en la Cámara.