La campaña de recogida de almendras se ha iniciado en Mallorca con muy buenas expectativas. Pere Cortès, gerente de Fruits Secs, agrupación de cooperativas del sector, calcula que, este año, la producción de bessó en la Isla alcanzará los 3 millones de kilos (que corresponden a unos 12 millones de kilos de almendras), cuando la del año pasado se quedó en 1'1 millones.
Según Cortès, todo juega a favor: «A un buen volumen de producción, no extraordinario pero sí mucho mejor que en años anteriores, se unirá un buen precio, todavía no concretado, pero en cualquier caso por encima de los 4 euros por kilo de bessó. Además, en la Península y en California no han tenido tan buena cosecha, ni mucho menos, por lo que los compradores deberán recurrir inevitablemente a la almendra mallorquina. Un tercio de la producción española de este año será mallorquina. Por si fuera poco, nuestro fruto ofrece en esta campaña una muy buena calidad y ello debe reflejarse e incidir en el precio a cobrar por los productores».
Este precio, como hemos dicho, superará los 4 euros por kilo de bessó, cuando el año pasado oscilaba entre los 2'4 y los 3 euros. Pere Cortès se muestra confiado en que «venderemos toda la almendra a buen precio. Al contrario del año pasado, cuando los escasos rendimientos hicieron que muchas almendras no fuesen recogidas porque no valía la pena, en esta ocasión van a quedar colgadas muy pocas. En un año malo, siempre conviene tirar las almendras, aunque no se recojan y se dejen en el suelo. Un almendro 'limpio', sin fruto en las ramas, al año siguiente será más productivo y ofrecerá más calidad, por lo que su rendimiento será también más alto».
Este año, sólo hay un pequeño problema: la maduración de la almendra se ha retrasado un poco, en parte por la acción de un pulgón y también por un ligero exceso de humedad, pero, en opinión de Cortès, «en una semana, todos los productores de Mallorca estarán recogiendo».