La alcaldesa de Palma, la popular Catalina Cirer, visitó ayer la escuela de verano de la Asociación de Madres de Discapacitados de Baleares (Amadiba), ubicada en el colegio público Camilo José Cela. Durante su recorrido, Cirer estuvo acompañada por la presidenta de la asociación, Elvira Jiménez, así como por la regidora de Serveis Socials, Margalida Ferrando; el regidor de Cultura i Educació, Rogelio Araújo; y la regidora de Sanitat i Consum, Marina Sans.
La alcaldesa destacó que «es de justicia reconocer la gran labor que lleva a cabo Amadiba con la escuela de verano y también durante todo el año». Cirer añadió que se da «felicidad» a las personas de un colectivo «muy especial».
Jiménez, por su parte, recordó que en esta edición participan 50 personas en la escuela de Palma y 130 en total, ya que hay que añadir las actividades que Amadiba también lleva a cabo en Llucmajor e Inca.
Las actividades tienen lugar de lunes a viernes, desde las 09.00 hasta las 17.00 horas, si bien el servicio de guardería se inicia ya a las 07.30 horas y el club de ocio se desarrolla entre las 17.00 y las 20.00 horas.
«El objetivo de la escuela de verano es que los chicos que participan en la misma tengan un estío lo más normal posible», señaló Jiménez, para añadir: «Toda esta labor sería imposible sin la gran ayuda que llevan a cabo los voluntarios».
Jiménez lamentó, por último, actitudes incívicas como la que tuvo días atrás el propietario de un bar en la Platja de Palma. «No dejó que un grupo de 14 jóvenes de Amadiba se sentase en la terraza a pesar de que estaba vacía», concluyó.