Mallorca también tiene un pedazo de corazón en Burundi. De allí acaban de regresar los responsables de cinco ONG mallorquinas, tras una misión especial, patrocinada por la Direcció General de Cooperació del Govern. En esta ocasión, el propósito era apoyar y consolidar una red de ONG que trabajan conjuntamente en Burundi, superando absurdas competitividades, a veces demasiado frecuentes en el mundo de la solidaridad internacional.
Las cinco entidades mallorquinas -Veïns Sense Fronteres, CEPAC, Fundació Liorna, Santa Maria Sense Fronteres y Medicus Mundi- han conseguido aglutinar a su alrededor a más de 80 organizaciones de Burundi y del extranjero con el fin de optimizar recursos y sumar esfuerzos, con la creación de la «Red por la Reconstrucción Integral de Burundi».
«No podemos ir a hacer solidaridad compitiendo entre nosotros», señaló el presidente de Veïns Sense Fronteres, Jaume Obrador. A pesar del riesgo político-social en que se encuentra el país, los representantes mallorquines que han viajado hasta el país africano están convencidos de que la paz es posible, tras años de guerras fratricidas. En cualquier caso, quiso dejar claro que éste no es un conflicto étnico, como pretende venderse, sino una clara lucha por el poder entre políticos rivales, provocada por intereses económicos y geoestratégicos.