Jesús Vázquez es hoy un hombre tranquilo y calmado. Quizá por ello le guste tanto Mallorca. Desde que tiene 14 años, que fue cuando la descubrió gracias a su amiga Natalia, que tiene familia mallorquina, procura escaparse hasta la Isla en sus vacaciones, circunstancia que no siempre consigue. Este año lo ha hecho y desde hace unos días se encuentra en Mallorca pasando unos días acompañado por su pareja, el ingeniero industrial extremeño Roberto Cortés, con el que se casó hace unas semanas en El Ferrol (Galicia).
-Le noto relajado. ¿Son las vacaciones, Mallorca o el haberse quitado un peso de encima?
-A que se refiere con que me he quitado un peso de encima.
-Bueno, me refiero al hecho de haber hablado de su vida privada sin tapujos.
-¡Ah! vale, se refiere al hecho de haber reconocido públicamente que soy gay.
-Sí, eso es.
-Pues no, estoy relajado porque estoy de vacaciones en esta isla
maravillosa que me encanta. Pero creo que usted quiere que hablemos
de otra cosa. ¿O me equivoco?
-Pero sólo si usted quiere.
-Siempre he intentado separar mi vida privada de la pública. En su
día asumí el riesgo de decirlo ante toda España y creo sinceramente
que fue muy beneficioso.
-¿Fue peor siendo famoso?
-No tiene porqué, pero lo que está claro es que ahora lo sabe todo
el mundo y voy por la calle y hay gente que me apoya y la hay que
no. Me dan su opinión sin yo pedírsela. Vivo constatemente un
juicio público que yo no he pedido. ¿Si no hubiera sido famoso? Mi
pareja no lo es y no ha tenido ningún problema.
-¿Está cansado de que en las entrevistas siempre le pregunten sobre ello, como yo mismo he hecho?
-La verdad es que me gustaría que alguien cogiera el relevo. No sólo somos 4 famosos gays, hay muchos en toda España, políticos, artistas, deportistas, obispos, etc. ya podría salir alguno más y decirlo públicamente, quizá así me dejarían a mí un poco más en paz. Yo lo que quiero es ser feliz con mi príncipe azul, que ya lo he encontrado, y nada más.
Y respondiendo a tu pregunta, sí, estoy cansado (risas).
-¿Está de acuerdo con la adopción de niños entre parejas homosexuales?
-Lo mismo que con el matrimonio. Los gays tenemos que tener los mismos derechos que los hetero, y digo hetero con todo el cariño del mundo. Repito, tenemos que tener los mismos derechos que los heteros, otra cosa es que después uno ejerza o no ese derecho. Lo mismo que los heteros: tiene derecho a casarse y a tener hijos, después se casan o no, tienen hijos o no. Pues lo mismo para nosotros.
-Sí, pero...
-En lugar de estar tan pendientes de los gays, que se preocupen de
no permitir a maltratadores demostrados tener hijos. Eso sí es
atroz. Me hace mucha gracia que la Iglesia diga que por culpa
nuestra la familia puede desaparecer, cuando la Iglesia americana,
por ejemplo, está en quiebra por culpa de las demandas que tiene
que hacer frente por pederastia. Eso sí es atroz.
-¿Le gusta ser un metrosexual?
-No acabo de entender muy bien que significa. Pero si es por
aquello de las cremas, pues no, no me pongo muchas. De todas
formas, eso del metrosexual está bien para los heteros que
necesitan desprenderse un poco de la imagen de macho. Ya es hora
que se cuiden un poquito.
David J. Nadal
(texto y foto)