Morenos, cansados y la mayoría inmigrantes suelen ser los rasgos que caracterizan a los obreros que trabajan en Palma. Realizamos un recorrido por las diferentes obras que existen hoy en Ciutat para conversar con estos trabajadores, sin duda un colectivo con una labor dura especialmente en verano, en días de las altas temperaturas son difíciles de sobrellevar. En la calle Bisbe Campins dos obreros que están trabajando para la constructora Amer están haciendo unas excavaciones, nos cuentan que su vida es muy monótona y muy cansada. Cada día han de levantarse a las 6:30 de la mañana para poder llegar al trabajo. Al madrugón que han de realizar se une el sol de justicia que cae a mediodía, «parece entonces que las horas transcurren más y más lentas, entonces los minutos son interminables y el día se hace más duro y nos 'morimos' de calor. Es horrible porque aparte de soportar este calor hay que hacer un esfuerzo físico para realizar todas estas obras. Nos gusta ver pasar a la gente y sobre todo hablar con ellos de vez en cuando, así el trabajo se nos hace más ameno, aunque no podemos hablar mucho porque nos pasamos el día trabajando», nos cuentan dos obreros que prefieren mantenerse en el anonimato. Por su parte, Joaquín Uarte es un portugués que lleva trabajando aproximadamente 4 meses en la construcción de la última fase del parquing de Avenida Alemania. «Las horas que peor paso son las de mediodía, hace demasiado calor y continuamente me remojo, estoy deseando que llegue el invierno porque este tiempo no lo soporto». Además, cuenta que no se pone protección y dice que se divierte echando piropos a las chicas guapas: «Me alegran el trabajo, no sé, se descubre algo bueno en medio de estos trabajos forzosos. Lo que no entiendo es por qué a la gente, a veces, le resulta molesto, cuando lo hacemos con la mejor intención del mundo».
Marieta Pineda