Balears registró en 2003 inversiones extranjeras por valor de 313,452 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 188 por ciento sobre el año anterior, en un contexto de caída general de las inversiones internacionales en el marco de la Unión Europea de los 15 (-42 por ciento), según datos recopilados por la Conselleria d'Economia, Hisenda i Innovació de fuentes oficiales. Cabe recordar, no obstante, que la Secretaría de Estado de Comercio y Turismo anunció en noviembre del año pasado una caída de la inversión extranjera en el archipiélago del 22,45 por ciento interanual en el primer semestre de 2003.
En cualquier caso, el crecimiento de la inversión internacional en 2003, el segundo mejor año de la historia de Balears en este concepto tras 2001 (335,8 millones de euros), fue explicado por el conseller de Economia, Lluís Ramis de Ayreflor, por el hecho de que en 2002 se produjo una caída de la inversión no productiva o inmobiliaria en las Islas, que empezó a recuperarse durante el año pasado de la mano del turismo británico. Algunos economistas explican las grandes fluctuaciones registradas las inversiones internacionales por cuestiones de contabilidad, aunque también advierten que los atentados terroristas del 11 de septiembre provocaron una demora en la previsión de inversión empresarial en 2002, que también afectó a Balears.
Por sectores de actividad, los datos del Govern revelan que la industria turística recibió el 72 por ciento de la inversión extranjera durante el año pasado hasta alcanzar los 222 millones de euros, mientras que las actividades inmobiliarias acumularon el 23 por ciento del total (72 millones de euros). A continuación se situaron el sector industrial (7,1 millones, 2 por ciento), transportes (5,8 millones) y comercio (1,7 millones de euros). Durante el año pasado aumentaron las inversiones extranjeras procedentes de la Unión Europea (273,185 millones) y de países latinoamericanos (6,494 millones), principalmente procedentes de México y Uruguay, aunque la mayor parte de los flujos de capital fueron canalizados a través de paraísos fiscales.
Así, el primer inversor extranjero en Balears fue en 2003 Luxemburgo, centro financiero de la Unión Europea y sede de algunas de las principales empresas europeas, país que aportó un volumen de inversión de 211 millones de euros. Los paraísos fiscales extracomunitarios, principalmente Lechestein, Islas Caimán y Panamá, canalizaron a las Islas otros 21.074 millones de euros, según indicó Ramis de Ayreflor, quien destacó la aportación de Suiza como principal inversor europeo no comunitario (10 millones).