Un año más, el pueblo de Valldemossa celebra la procesión de la reliquia de Santa Catalina Tomàs en el XXX aniversario del retorno de su cuerpo incorrupto a su pueblo natal. Este aniversario le dio un carácter especial a la celebración, en la que se volcó no sólo todo el pueblo de Valldemossa, sino también numerosos turistas y curiosos que se agolpaban en las calles.
Todo el pueblo se vistió de gala. Al caer la tarde, numerosos payeses paseaban por las callejuelas serpenteadas de guirnaldas. Las terrazas de todos los restaurantes y cafeterías estaban atestadas de gente que buscaba el mejor sitio para ver la procesión. La misa comenzó puntual, a las ocho de la tarde, en la Iglesia de San Bartolomé, oficiada por el párroco de Valldemossa, Antoni Dols. Numerosos valldemossins llenaron la iglesia vestidos de payeses mientras que muchos otros esperaban la salida del séquito que transportaba la reliquia de Santa Catalina. Tras la ceremonia, llegó la procesión encabezada por la Beateta, Llúcia Mas Simpson; s'Hereva, Irene Mas, y las damas de honor.
Tras ellas desfilaba la figura de la santa y seguidamente las autoridades, como el alcalde de Valldemossa, Joan Muntaner, y la vicepresidenta del Govern balear, Rosa Estaràs, que como buena valldemossina no quiso perderse esta especial procesión, que recorrió las calles más importantes del pueblo. Cientos de payeses cerraban el desfile bajo la atenta mirada de muchos valldemossins que contemplaban el séquito frente a la puerta de su casa.
Virginia Casado