Los socialistas de Mallorca llegan hoy a su décimo congreso con ganas de cerrar acuerdos tras un año marcado por el enfrentamiento, las críticas a la gestión de Francina Armengol y una serie de luchas internas y descalificaciones que llegaron a poner en cuestión, incluso, la figura de Francesc Antich.
A expensas de que Joaquín Bellón u otro outsider, es decir alguien que actúe por libre, pueda presentar una candidatura de oposición, todo apuntaba anoche a que los críticos votarían a Francina Armengol, que integrará en su Ejecutiva a algún crítico y aceptará una presencia amplia de este sector en el Consell Polític, el máximo órgano entre congresos que también decidirá sobre los futuros procesos electorales.
Damià Cànoves (que tiene hasta las doce del mediodía para decidir si presenta su candidatura) se reunió ayer con Francina Armengol y llegaron a acuerdos de tipo programático. Acordaron una serie de modificaciones a la ponencia oficial para ampliar el área de influencia del partido a los sectores urbanos y no hacer bandera alguna del nacionalismo.