La noche de Porto Petro constituye una prolongación natural al ambiente que se vive durante el día. Las terrazas de los numerosos restaurantes encienden sus luces que en algunos casos se reflejan en las tranquilas aguas del club náutico, cuyos pantalanes ocupan el interior de la antigua rada natural.
Es un lugar para saborear una rica variedad de platos marineros como el arroz de pescado y especialmente earrós negre que en el emblemático restaurante de Can Martina, (cuyas terrazas a distinto nivel se distribuyen entre grandes pinos y el típico escar del puerto, un rincón lleno de historia y autenticidad), supone ya un plato tradicional: sepias frecas que se limpian salvando la tinta, tomate, aceite, cebolla y cangrejos inmerso en caldo de morralla.
Los moluscos se deben hervir en la cazuela del arroz con algo de agua y cuando ésta se evapora se echa el aceite mientras se sofríe la cebolla hasta dorarse, momento en que se echa el tomate. Después se vierte el arroz mezclándolo con los condimentos en la justa medida para que adquiera su color característico. Finalmente se une el caldo que debe hervirse hasta el final.
La tranquilidad nocturna de Porto Petro no da para mucha marcha aunque en el mismo paseo marítimo, junto a los restaurantes, se encuentra el original pub La cueva que ocupa una gruta natural por debajo del nivel de la calle y decorada con acuarios. Es el lugar idóneo para ir de copas tras la cena en un ambiente de música joven, donde también se puede bailar en una pequeña pista al otro lado de la barra.
El turismo de masas no para aquí y pasa la noche en el gran complejo de que dispone en la cercana Barca Trencada, una calita rodeada de apartamentos con piscinas donde por la noche se montan los consabidos shows en un gran anfiteatro con amplio escenario. En abierto contraste a esta opción masificada, en Porto Petro ha funcionado durante cuatro décadas el Club Med que para una clientela exclusiva organizaba su propia movida nocturna, que ya ha pasado a la historia con la demolición del recinto.