Antes había dos hoteles y ahora es un espacio público de unos 800 metros cuadrados, pavimentado a tres niveles y que cuenta con árboles y flores. Es consecuencia de una «operación de esponjamiento» que se complementa con una nueva iluminación y una zona mayor para pasear.
Una abundante representación institucional (la alcaldesa Cirer, el conseller Flaquer y el delegado del Gobierno, Ramon Socias) asistieron ayer al acto inaugural al que también acudió el presidente de los hoteleros de la Platja de Palma, Jordi Cabrer.
Este espacio, a cargo del Plan de Excelencia Turística de la Playa de Palma, es fruto de la política de «esponjamiento» del Govern balear según la cual, una vez demolidos los hoteles Don Felipe y Calipso, se cedió el espacio al Ajuntament con el fin de destinarlo exclusivamente a zona verde.
El conseller Joan Flaquer recordó que la política de esponjamiento ha demostrado que es posible renovar una «zona turística consolidada» y que es propósito del Ejecutivo continuar con el resto de proyectos previstos. La financiación corresponde a las tres Administraciones: local, autonómica y estatal. En este sentido, y así lo indicó el conseller de Turisme, está pendiente la constitución de un consorcio entre el Ejecutivo autónomo y el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.