Los locutorios ilegales, más de un centenar, según el teniente de alcalde de Urbanisme, tendrán hasta finales de año para regularizar su situación, después de que el Pleno del Ajuntament de Palma aprobara ayer de forma inicial la ordenanza que regula esta actividad. El otro centenar de locutorios que sí cuenta con licencia para ejercer esta actividad también dispondrá de seis meses para adaptarse a la nueva ordenanza, que obliga a tener aseos, una sala de espera en condiciones y unas cabinas telefónicas con un espacio determinado.
Aquéllos que presten el servicio de locutorio, pero tengan licencia municipal para realizar una actividad diferente deberán notificar al Ajuntament, antes de fin de año, cuál de las dos actividades desean ejercer, ya que ambas serán incompatibles. En un pleno maratoniano, el equipo de gobierno municipal logró el apoyo del PSOE para sacar adelante de forma inicial tanto el reglamento de participación ciudadana como el de organización de los distritos. El portavoz socialista, Antoni Roig, aseguró el voto no suponía dar un cheque en blanco al equipo de gobierno y anunció que se reserva el derecho a presentar alegaciones durante la fase de exposición pública.
La presidenta de la Federació d'Associacions de Veïns, Rosa Bueno, intervino en el pleno para denunciar la escasa participación que se ha dado al movimiento vecinal a la hora de consensuar este reglamento. En términos parecidos se expresaron los portavoces de PSM y EU-EV, hasta el punto de que Eberhard Grosske llegó a acusar al equipo de Catalina Cirer de «violación y secuestro a la participación ciudadana». En la misma sesión plenaria tomó posesión de su cargo el concejal socialista José Antonio Santos, que sustituye a la diputada en el Congreso Isabel Oliver. El de ayer fue el último pleno para el también socialista Ramon Morey, que deja el cargo tras haber sido designado secretario general de la Delegación del Gobierno.