La Nit de Sant Joan de Palma tuvo por primera vez dos escenarios: Parc de la Mar y playa de Ciutat Jardí, posiblemente uno de los lugares pioneros de esta fiesta. Llegar hasta ahí no fue fácil, cosa que se podía hacer -es un decir- en vehículo particular o en bus desde el párquing de GESA, que es lo que propuso Cort para evitar colapsos. Pero como la gente se decantó más por lo propio que por lo público, la carretera, en según qué momentos, se colapsó. Demasiados, ¿saben? Si el año pasado la nit de Sant Joan de Ciutat Jardí se salió de la gente que acudió, en éste, con toda una gran programación de festejos y presencias... ¡pues para qué les cuento!
Así que, como pudimos, logramos pisar la arena cuando ya sonaba ereggae de Señor «r», al que seguiría Concha Buika Quartet, con sonido chill out. Con la gente cada vez más animada, Chambao puso la guinda al concierto, ya sucedió de madrugada. Poco después de las diez de la noche, con la playa ya a rebosar de gente, venida desde distintos puntos de Ciutat, y muchos de ellos/as en bañador, la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, acompañada por la concejala María José Frau, prendió efogueró con lo que quedó inaugurada la fiesta, a la que siguió otra, ésta de luz y sonido: un espectacular correfoc amenizado por el Ball de dimonis d'Alaró, Diables de Sant Joan y en Freu de Campos. Entre una cosa y otra, el actor Manel Barceló explicó el conjuro de la nit de Sant Joan.
Luego, quien quiso, escribió en unas hojas que les habían facilitado todo aquello que considera negativo, para que el fuego purificador lo fulmine, y en otro apartado apuntó los deseos para el futuro. Después de los conjuros, los baños de mar a medianoche y el tradicional salto de las hogueras, la música y la fiesta continuó hasta la madrugada. Pero la noche de Sant Joan ha venido este año con polémica porque los organizadores tradicionales de la fiesta, la Federació d'Associacions de Veïns de Palma decidió promover su propia celebración -al ser apartados por el Ajuntament de la organización tras 24 años-, con cierto tono reivindicativo.
Pedro Prieto