Un estudio encargado por la Cámara de Comercio de Mallorca, Eivissa y Formentera fija en unos 1.800 millones de euros el coste de reforma y ampliación del puerto de Palma, que permitiría descongestionar esas instalaciones y adaptarlas a las necesidades en un horizonte de 50 años. El proyecto prevé la ampliación del Muelle de Poniente, la construcción de un nuevo Dique del Oeste (ganando un kilómetro hacia el mar) y la edificación de una terminal de cruceros próxima a la Catedral de Palma.
La monumental obra sería tan importante como lo fue la construcción del actual puerto de Palma en la década de los cincuenta. Según explicó en rueda de prensa el presidente de la Cámara de Comercio, Miquel Lladó, con esta propuesta, el ente cameral pretende «abrir un debate sobre el futuro de las infraestructuras portuarias de la capital balear, actualmente colapsadas».
El dinero necesario para acometer esa gigantesca obra de ingeniería, que presenta muchas dificultades reconocidas por los redactores del proyecto, tendría que aportarlo el Estado. «En Balears no hay fondos suficientes y la Administración central debería tener en cuenta el factor de la insularidad y costear la obra», explicó Jesús Alvarez, presidente de la Comisión de Transporte de la Cámara de Comercio.