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Elecciones europeas

El papel testimonial de las minorías tras el apabullante bipartidismo de PP y PSOE

Las elecciones europeas quedan en cosa de dos, mientras el voto nacionalista queda atomizado en torno a tres partidos diferentes

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Las elecciones del domingo han servido para consolidar un bipartidismo que en Balears estaba desaparecido desde los 80. A pesar de que las elecciones no pueden entenderse en clave autonómica, sí hay factores que permiten el análisis local.

¿El techo del PP en unos comicios nacionales?
Las elecciones europeas demuestran que el PP balear tiene la maquinaria engrasada, pero no tanto como en otras comunidades, donde ha superado el 50 por ciento de los votos. ¿Ha tocado el PP techo en Balears? Los populares superaron la barrera del 50 por ciento en dos elecciones, unas europeas y otras nacionales, e históricamente tienden a bajar porcentaje en los comicios autonómicos. El PP aumenta la distancia con el PSOE, pero no ha logrado resultados históricos.

El efecto ZP salva a los socialistas
Los socialistas de Balears consolidan resultado a pesar de las intensas disputas internas de estos meses. Es la evidencia de que estas elecciones no se han desarrollado en clave local, sino nacional. Desde este punto de vista, resulta ingenuo pensar que lo votantes de las Islas han avalado las tesis de Antich frente a las del sector crítico. Lo dicho para el PP sirve para el PSOE: está por ver si pueden mantener este excelente resultado en unas elecciones autonómicas o vuelven a perder posiciones frente a quienes pugnan por un espacio parecido.

PSM: entre la espada de UM y la pared de ERC
Más del 85 por ciento de los ciudadanos de Balears optaron el domingo por uno de los dos partidos mayoritarios. Otras cuatro formaciones políticas se han repartido el resto. El PSM ha sido uno de los grandes perjudicados, un partido al que las elecciones europeas han situado claramente entre la espada de UM y la pared de ERC. El desgaste electoral del partido que lidera Mateu Morro es notable, motivado por esa ubicación geográfica en tierra de nadie. Ha perdido votos a su derecha pero, sobre todo, a su izquierda, lo que deja a los nacionalistas en una indefinida papeleta.

UM aguanta, pero con resultados a la baja
El partido de Munar ha sufrido el mismo desgaste bipartidista que el PSM. No arranca votos al PP y tampoco termina de quitárselos a sus compañeros de ideología. Sin embargo, UM ha aguantado el chaparrón y aún confía en volver a ser el tercer partido en liza. Hasta las elecciones autonómicas no podrá estudiarse el termómetro de UM porque, en unos comicios locales, estos resultados serían un fracaso absoluto.

ERC, el partido revelación
Si el efecto ZP ha ayudado a Antich, el efecto Carod ha colocado a ERC por primera vez en su historia en el mapa político balear. Lo ha hecho a costa de un PSM con el que comparte tantas similitudes ideológicas como diferencias personales. No obstante, el ascenso de ERC es coyuntural. Se ha hecho con un voto de castigo al PSM que no tiene consecuencias prácticas por su falta de implantación en las Islas. El voto que ha recibido prestado puede volver a su caladero natural en 2007.

El monumental descalabro en las filas de EU
Sin voto útil a la vista, EU ha sufrido el mayor descalabro electoral de todas las formaciones. Los votantes de EU no han ido a votar o lo han hecho directamente al PSOE. Difícil tarea recuperarlos.

Y el partido del cannabis, octava fuerza
La conjunción del voto descontento anti sistema y la afición al consumo del cannabis ha seducido nada menos que a 1.173 ciudadanos de las Islas. Se ha convertido en la octava lista más votada, por detrás de la opción verde y del resto de partidos.

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