El sábado pasado se celebró en Palma la X Diada per la Llengua i l'Autogovern convocada por la Obra Cultural Balear para protestar por la política lingüística del Govern. La respuesta a la convocatoria fue más bien escueta -¿por el buen tiempo, por el cansancio tras tantas elecciones,...-, lo que llevó al conseller Fiol a proclamar que seguirá adelante con sus planteamientos iniciales, haciendo caso omiso a las proclamas de los manifestantes, que reclamaban una rectificación.
Mensajes electoralistas aparte, hechos por el PP con el evidente objetivo de ganar votos por la derecha, de momento nada hay que indique que el Govern tenga el propósito de recortar la promoción del catalán. Una cosa son las intenciones que se le pueden atribuir al PP, y sobre todo a su sector más españolista, y otras son las medidas adoptadas por el Ejecutivo de Matas. ¿Qué debe rectificar Fiol, si sólo ha hecho algunas declaraciones no concretadas en ninguna disposición? ¿Dónde está el retroceso? ¿Ha anulado alguna medida linguística del Pacte? ¿Realmente se avanzó en el uso del catalán durante los años de Antich?
Es obvio que el PP no tiene el discurso del PSM, pero no se puede olvidar su aportación a la normalización linguística en Balears a través de una ley y un decreto de mínimos aprobado hace años.
En cuanto a la futura televisión autonómica, ha quedado ya claro que la lengua vehicular será el catalán. De otra manera hubiera sido un disparate. Y en cuanto a películas y otros programas de entretenimiento, en los que no se descarta la presencia del castellano, será bueno dar un margen de tiempo y esperar acontecimientos para calibrar la incidencia del castellano en la programación.
No se trata, pues, de rectificar, sino de tener una política clara en defensa del catalán, de ir avanzando con toda normalidad, sin hacer más guiños a sectores radicales de su entorno, respetando los derechos de quienes todavía no conocen la lengua de Balears, pero impulsando su uso social con medidas positivas alejadas de cualquier enfrentamiento.