El Grup Balear d'Ornitología (GOB) y las diferentes plataformas constituidas en Mallorca en contra de los proyectos territoriales del Govern y el Consell lanzaron ayer su primera advertencia al nuevo Gobierno socialista. Según explicó Miquel Angel March (portavoz de la organización ecologista), «ahora toca mover ficha» al Gobierno estatal y cumplir con los propósitos enunciados antes de la campaña electoral. March recordó la presencia activa de cargos del PSOE en la manifestación de «50.000 personas» que pidieron un cambio de modelo. «No estamos hablando de organizar manifestaciones pero sí de movilizarnos y dirigirnos al Gobierno y a los diputados de Balears para que insten a una reforma radical del convenio de carreteras», precisó March quien señaló que «el único movimiento que se ha producido desde las elecciones no es aceptable».
El dirigente del GOB se refería a la propuesta de Jaume Matas a Antich para aparcar la autopista Inca-Manacor a cambio de mantener la financiación de otros proyectos, igualmente cuestionados por las plataformas. El PSOE, según la organización ecologista, anunció en su programa que se revisarían proyectos como el segundo cinturón. Los socialistas de Mallorca, pese a su oposición inicial, siempre han dejado abierta una puerta a este proyecto. Para March estas declaraciones «resultan contradictorias».
El GOB y las plataformas representadas opinan que ya «ha pasado tiempo más que suficiente para que Madrid dé una respuesta a las demandas populares» y exigen una modificación del Convenio de Carreteras ya que supondría «un elevado consumo de territorio, una agresión a los espacios naturales» y «una apuesta por el transporte privado en detrimento del transporte público». Por otra parte, y en relación a los proyectos viarios, la ex consellera de Medi Ambient y diputada verde, Margalida Rosselló, presentó las alegaciones de su formación política al trazado y estudio de impacto ambiental del tercer carril de la autopista a Inca, tramo segundo cinturón de Palma a la capital del Raiguer. Según las alegaciones presentadas ayer, el proyecto viario parte de «previsiones desmesuradas de crecimiento del tráfico», al prever 1.600 vehículos por hora cuando, a juicio de Rosselló, «es imposible y esa proporción, como mucho, se dará exclusivamente en los accesos a Palma».