JOSEP MARIA AGUILÓ/R.L.
Más fruta y menos galletas y bollería. Ese es el objetivo que se
plantea el Ajuntament de Palma para cambiar los hábitos
alimentarios de los escolares, pese a que los menús servidos en los
colegios de Palma, ya incorporan unos niveles «correctos» de
proteínas, hidratos de carbono, fruta y verdura. Hay un «pero»: que
también se ha detectado un exceso de postres dulces. Son datos de
un estudio realizado por el Ajuntament, en este curso, en los
centros públicos, privados y concertados. Ayer fue presentado a los
medios de comunicación por la edil de Sanidad y Consumo, Marina
Sanz y por la psicóloga de la Unitat Técnica de Sanitat, Cira
Gelabert.
El informe, que incorpora una serie de recomendaciones a los centros, destaca el «claro avance» en el aporte de fruta y verdura en los menús escolares y destaca la necesidad de que los padres y los responsables de los comedores apoyen este progreso. Con todo, el estudio recomienda a un pequeño porcentaje de los comedores que disminuyan el contenido de grasa en la forma de cocinar y que aumenten la aportación de cítricos, además de reducir el número de postres dulces, como natillas, pasteles y frutas en almíbar. Gelabert y Sannz indicieron en la importancia que tienen las familias y los centros escolares para procurar una dieta saludable a los alumnos. En este sentido, y pese a las campañas emprendidas (y otras que se van a poner en marcha), el equipo municipal ha detectado ciertas reticencias a las frutas. Si dan a elegir entre una fruta y unas galletas, se opta por la segunda opción.
Para el próximo curso, el Consistorio tiene previsto organizar una serie de visitas a los mercados municipales para que los alumnnos tomen contacto directo, desde pequeños, con las frutas, las verduras y los productos naturales. La comida saludable es básica para prevenir la bulimia y anorexia. Según datos aportados por el Ajuntament, el 54 por ciento de los alumnos de los colegios privados de Palma utilizó el servicio de comedor durante el presente curso, mientras que en los centros concertados y públicos el porcentaje se sitúa, respectivamente, en el 37% el 22%. Para la elaboración de las comidas, el 22% de los centros públicos asumió su preparación, el 64% la encargó a una empresa especializada y el 4% combinó la confección propia de los menús con un servicio externo al centro escolar.