Los puertos de Balears están aplicando parte del Código de Protección de Buques e Instalaciones Portuarias, una normativa de seguridad antiterrorista aprobada por 25 gobiernos de todo el mundo tras el 11-S, que entrará en vigor el próximo mes de julio y afectará, en una primera fase, a los tráficos internacionales de pasajeros -cruceros- y transportes de mercancías de más de 500 toneladas, según informó ayer la Autortitat Portuària.
Estas medidas, que prevén controles de pasajeros similares a los de los aeropuertos e inspecciones oculares de las mercancías, aunque todavía deben ser desarrolladas mediante órdenes ministeriales, se harán extensibles en julio de 2005 a la mayoría de tráficos de línea regular. La Unión Europea ha decidido además ampliar estos controles a los tráficos que cada gobierno considere oportuno en julio de 2007.
En todo caso, la Autoritat Portuària recuerda que una semana después del 11-S empezaron a controlar los equipajes y pasajeros de cruceros turísticos, sobre todo los de base. Los viajeros y maletas de línea regular también son controlados, aunque de forma aleatoria y en colaboración con la Guardia Civil.