La modificación del Pla Director de Residus Sòlids Urbans de Mallorca supondrá la ejecución de inversiones por un valor que oscilará entre los 270 y los 300 millones de euros.
La mayor parte, aunque sin concretar, de este presupuesto se destinará a la instalación de una o dos líneas más de incineración con una capacidad de tratamiento de 300.000 toneladas anuales, de las cuales la mitad corresponderían a residuos sólidos urbanos surgidos entre escombros. La ampliación del sistema actual de incineración se ejecutaría en 2008 ó 2009. A partir de ese momento, se pondría punto final al recurso del vertedero.
Angel Fernández, gerente de Tirme, adjudicataria del sistema de gestión de los residuos sólidos urbanos de Mallorca, ha explicado que «los 270 ó 300 millones de euros se destinarían en su mayor parte a la ampliación de la incineración, pero existen otros proyectos que se incluirían en la modificación del plan: adaptación de las estaciones de transferencia de recogida selectiva, obras viarias y la propia mejora del sistema actual de incineración».
Según Fernández, «inevitablemente, estas inversiones van a suponer un incremento de las tasas de basuras, pero no de manera importante. Por un lado, cada vez hay más residuos y, por otro, ahora ya no es gratis deshacerse de ellos. Algunos tratamientos están sujetos a tasas y se generan ingresos, cuando antes lo fácil y barato era ir a un vertedero ilegal y tirarlo todo allí, con un coste cero».
El problema que tiene Tirme de cara al futuro, aunque Angel Fernández espera una ràpida solución, es la falta de suelo para la ampliación de la incineradora, para lo que es necesaria una cesión de terreno por parte del Ajuntament de Palma, presumiblemente anexa o cercana a la actual instalación de Son Reus.