El Govern, ante la petición del sector empresarial balear de la necesidad de llevar a cabo en Balears un plan de reconversión integral de la planta hotelera, puso ayer una condición para poder plasmar un proyecto de tal calibre: la formalización de un gran pacto institucional. «Tienen que estar implicados en este pacto el propio sector empresarial, trabajadores y administraciones, porque el Govern tiene el margen de maniobra que tiene», según anunció ayer el conseller de Turisme, Joan Flaquer.
Asimismo, reconoció que regular la oferta residencial «es una asignatura pendiente que resolver, de ahí que el Govern esté trabajando en la elaboración de un marco jurídico que ordene la oferta residencial no reglada. Confío en que se pueda plantear pronto un proyecto legislativo concreto, pero cualquier nueva reglamentación de la oferta turística residencial se hará desde el diálogo».
Y sobre el cambio del actual modelo turístico, el conseller reconoció que había que ser flexibles ante los nuevos modelos de la demanda y de comercialización que imperan, así como por el notable crecimiento cualitativo y cuantitativo de la oferta hotelera que compite directamente con las Islas.
El comité ejecutivo de la Confederación Españoles de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), que engloba a 7.000 hoteles y 1,4 millones de camas vacacionales y urbanas, debatió ayer en su primera reunión en Palma, entre otros temas, el futuro del modelo turístico a seguir y por la reconversión de las zonas turísticas maduras, cuya experiencia piloto va a tener lugar en la Platja de Palma.
Montañés dejó claro que este tipo de actuaciones son vitales para mejorar la competitividad de las zonas turísticas, entre ellas Balears, pero al mismo tiempo reclamó a las comunidades autónomas que regulen la oferta de turismo residencial, «porque está haciendo bastante daño a la industria hotelera tradicional. La oferta residencial que se está creando es un depredador de territorio importante que hace daño no sólo a los hoteleros, sino también al conjunto de la sociedad. Es por ello, que las comunidades autónomas lo deben regular esta oferta para evitar su competencia desleal».
La CEHAT, en su análisis sobre el nuevo Gobierno y la política turística que va a llegar, considera que, por el momento, es positiva. Gaspart, por su parte, reconoció que «mentalidad catalana del ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, puede ayudar a que el conjunto del Estado se pueda beneficiar». Y esta patronal considera al «todo incluido» como una oferta insignificante dentro del volumen global de la oferta hotelera.