El yoga es un estilo de vida que busca integrar y desarrollar facultades del cerebro, el cuerpo y las emociones, porque cuando estas partes no se relacionan el resultado es «la confusión». Así se expresó eswami Niranjanananda Saraswati, rector de la Universidad Bihar Yoga Bharati, de la India, que ayer impartió la conferencia «El yoga como ciencia universitaria» en la UIB, presentado por la vicerrectora de Projecció Cultural, Francesca Lladó. Niranjanananda, nacido en la India en 1960, fue uno de los precursores del establecimiento y desarrollo de los centros de yoga en Europa, en América y Australia en el año 1971. Presidente de la Bihar School of Yoga y del Yoga Research Foundation, en 1994 fundó la Bihar Yoga Bharati, la primera universidad centrada en esta práctica.
En la India, explicó, el yoga está implicado en casi todos los sectores sociales. «Trabajamos con 88.000 presos de 17 cárceles, muchos de los cuales logran rebajar sus penas si consiguen hacerse maestros de yoga». Además, se enseña esta disciplina «en el ejército, en el departamento de Deportes y a los trabajadores del ferrocarril, el sistema de comunicación arterial del país». El sistema médico confía plenamente en esta disciplina, y también se trabaja en escuelas de medicina, enseñando a estudiantes y profesores. Hoy día, aseguró, «se emplea el yoga para tratar con éxito hasta 36 tipos de enfermedades, como depresión, sinusitis, artritis o asma» y, añadió, «existe actualmente una experiencia clínica con 400 pacientes afectados de sida o cáncer» y si los resultados son buenos supondrá una verdadera revolución.
Pero en Europa, aseguró, «hemos avanzado mucho también» y, como ejemplo, afirmó que «sólo en Francia hay 70.000 profesores enseñando yoga a niños en institutos, a partir de los 12 años». De jueves a domingo, Niranjanananda impartirá un seminario con 800 personas en Can Bassó.
Mónica González