«Agujero negro, lunares y puntos oscuros». Estos fueron algunos de los términos que empleó el vocal-delegado territorial del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Luis Aguiar de Luque, para definir a la Administración de la Justicia en Balears durante el discurso que ayer pronunció en la toma de posesión de Antoni Terrasa como nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB). Aguiar de Luque fue muy crítico con la Justicia de las Islas y por ello anunció que el CGPJ aplicará un plan de choque como el que ya se está realizando en Andalucía.
También, aconsejó al Govern (con el president Jaume Matas sentado delante suyo) que acelere las negociaciones con la Administración central para el traspaso de las competencias de Justicia. El plan de choque de la Justicia consiste, entre otras cuestiones, en evaluar el tiempo que tardan los distintos órganos jurisdiccionales en dictar las resoluciones de los asuntos que reciben.
El vocal-delegado del CGPJ fue muy crítico con la situación de la Justicia en Balears, especialmente, con los juzgados de Eivissa, que definió como «impropios de un país desarrollado». Dijo que la sede que alberga el TSJB y la Audiencia de Palma «es como un traje estrecho con sus costuras a punto de estallar», y pidió un nuevo edificio para la Audiencia. Calificó la Sala de lo Contencioso Administrativo como «un agujero negro», e instó a Terrasa a aportar toda su sapiencia para corregir esos desequilibrios.