Desde 2002 han cerrado sus puertas en Ciutat un total de 257 pequeños comercios y otros 100 han colgado en sus escaparates el cartel de «Se traspasa». Cabe recordar que el 36 por cien de la actividad comercial de Balears se concentra en Palma y que dicho sector ocupa a más de 27.000 personas en la capital balear, lo que representa el 22'5 por cien de su población activa. Sansó y la alcaldesa de Palma, la popular Catalina Cirer, mantendrán el martes una entrevista con representantes de Afedeco y días después con miembros de Pimeco para intentar conseguir su apoyo, consensuar el desarrollo de las medidas ideadas por el Consistorio e invitarles a la próxima reunión de la Mesa de Comerç.
La iniciativa más ambiciosa entre las previstas sería la puesta en marcha de lo que se denominará un Pla Especial de Revitalització Comercial (PERC), que se llevará a cabo en aquellas zonas que, por los motivos que sea, «tengan síntomas de declive comercial». La intención del Ajuntament es que diversas Concejalías trabajen de manera conjunta para conseguir mejorar la limpieza, la seguridad o el mobiliario de cada zona incluida en un PERC.
«Queremos que la gente vuelva a pasear por Palma, que el casco antiguo sea visto como una especie de centro comercial a cielo abierto, en donde los ciudadanos puedan obtener los mismos servicios que conseguirían yendo a una gran superficie», señaló Sansó, y destacó que «el mediano y pequeño comercio es el sector más estratégico de la economía local».