El portavoz del PP en el Parlament, Joan Huguet, ha renunciado temporalmente a este cargo, que será asumido durante unos días por el popular Francesc Molina. El nombramiento de Molina, cargo incompatible con el de conseller del Consell, le ha obligado a dimitir como conseller de la institución insular lo que, a su vez, ha tenido como consecuencia la entrada del ex comisario europeo y ex ministro de Asuntos Exteriores Abel Matutes en el Consell de Mallorca. La Junta Electoral de Balears otorgó ayer a Abel Matutes la certificación que le acredita como nuevo miembro de la institución insular, pero fuentes del PP aseguraron ayer que Matutes presentará su renuncia, por lo que ni siquiera tomará posesión de su cargo.
En su lugar el puesto de conseller del Consell lo ocupará Antonio Coll Real, que es el primer suplente de la lista del PP en el Consell. El PP ya ha agotado su lista de 33 consellers y, tras la toma de posesión de Coll, tan sólo le quedarán dos suplentes para los próximos tres años. Por su parte, Joan Huguet volverá a ser portavoz del PP en unos días. Esta complicada carambola de nombramientos y dimisiones tan sólo tiene un fin: que el PP tenga un representante más colocado en el Consell de Mallorca. Se trata de una estratagema legal que permite el Estatut d'Autonomia. La Carta Magna de Balears dice que los cargos de portavoz en el Parlament y miembro del Consell son incompatibles. Es decir, el portavoz del Parlament está obligado a dimitir como conseller, con lo cual otro miembro de la lista entra en la institución insular.
Los partidos han empleado esta regla para nombrar portavoces ficticios que luego dimiten y propician la entrada de otro miembro de su partido en el Consell. Esta estratagema legal ya la ha empleado anteriormente el PSM y además en dos ocasiones. Pere Sampol dimitió como portavoz durante unos días para dejar su puesto al representante menorquín. Este volvió a dimitir en favor de Maria Antònia Vadell, que luego dimitió en favor de Sampol.