PEDRO PRIETO
Aprovechando el último día de vacaciones, y que encima resultó
soleado (por los menos durante la mañana), la infanta doña Cristina
estuvo con el banjamín de la familia, Miguel, en el parque de
Marineland. Fue una vista más bien fugaz, pues tan sólo duró lo que
el show de los delfines, alrededor de una media hora.
Doña Cristina vestía vaqueros y jersey tipo polo. Llevaba una mochila colgada a su espalda. El pequeño, que no sabemos por qué lloraba, iba en sus brazos. La hija del Rey avanzaba por entre los numerosos turistas que ayer visitaban el parque acuático de Costa d'en Blanes buscando su coche, que había estacionado minutos antes en el aparcamiento.
Tras colocar a su hijo pequeño en el asiento y cerciorarse de que iba seguro, subió al vehículo y partió en dirección al Palacio de Marivent, donde parece que sólo queda la Reina, pues según nuestras noticias, el Príncipe debía de acudir ayer lunes al taller de Cecilio Serna a probarse el uniforme que lucirá en la boda.